Hoy, dentro de las mil cosas que tenía que hacer, ocurrió algo que me hizo sentir de una forma particularmente paradójica. A la vez pude sentir la felicidad por lo que estaba viviendo (lo que provocó a la vez un gran agradecimiento) y por otro lado la tristeza porque, lo que me estaba pasando, no era en mi país. Es una espina que no se me quita, pero que sirve en potencial para agradecer aún más todo lo que recibo aquí.
Hoy, entre montajes, llamadas, ensayos y gestiones, me tomé un momento para entrar en la cafetería del Centro de Bellas Artes y me encontré a dos grandes actrices compañeras a las que admiro, una de las mejores productoras del país y un crítico de teatro. Cuando llegué, sin entender, me dijeron: "Mira, de ti estábamos hablando". Pregunté intrigado por qué, todos me conocen por haber trabajado juntos pero no esperaba que le estuvieran hablando a otra persona que no me conoce sobre las cosas que soy capaz de hacer. En realidad me pasmé y no supe ni qué decir para agradecer lo bonito que fue el momento para mi.
Hoy, entre risas y charlas, "el actor español invitado" se sintió el "teatrero español que vive en Puerto Rico".
Hoy es el día en que siento el reconocimiento de mi trabajo. No es la fama de que te reconozcan en la calle, es el hecho de que tus compañeros reconozcan tus capacides. Y sé que como hoy, cada día, cada vez que alguien piensa en recurrir a mi por mi forma de responder, por mi disponibilidad, por mi talento para actuar o cantar en todo tipo de obras, por confiar en mi como productor o por otorgarme fondos para seguir haciendo teatro en Puerto Rico, debo dar las GRACIAS.
Hoy veo a muchos compañeros que no tienen la misma suerte que yo de salir de un proyecto y entrar en otro, de ser lo menos inestable posible dentro de la inestabilidad de cualquier profesión artística.
Hoy, incluso, ver a un mendigo bañándose con agua de un charco, me estremeció por apreciar que pago mis cosas con dinero ganado haciendo lo que amo, que trabajo en lo que amo y que lo único que sé hacer y quiero hacer el resto de mi vida es lo que amo. Y no todo el mundo tiene ese privilegio.
Hoy, quiero ser como ese teatrero de Puerto Rico que hace decenas de producciones para seguir adelante, ese teatrero versátil que no he conocido en ningún otro lugar del mundo. Y no voy por mal camino, en 4 años he trabajado en más de 20 producciones como actor, asistente de dirección, productor, asistente de productor, regidor, maestro...
Hoy, no me quiero ir nunca de un país que me ha demostrado y dado tanto.
Hoy, el hecho de que otros me quieran aquí, me hace quererme un poquito más a mi mismo.
Hoy, la pregunta de si me gusta vivir en Puerto Rico, sobra.
Hoy, a todos los que han confiado en mí (y eso incluye a los de España que entendieron y aceptaron que debo estar aquí): GRACIAS.
Bravo currante, los frutos de una buena siembra.Te esperaremos siempre, aunque pienso escaparme a verte pronto.TQM
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